“Todo gran hombre es una carta de Dios para su tiempo, un mensaje para nosotros. … La vida de nuestro Padre y Fundador es nuestra carta de Dios. Su libro de vida es nuestro libro de Dios.”

20.9.1968, Mons. Heinrich Tenhumberg

Con estas palabras, el 20 de septiembre de 1968, el obispo auxiliar de Münster de aquel tiempo, Mons. Heinrich Tenhumberg, comenzó su prédica en el funeral del Padre Kentenich.

Así expresó su experiencia: la vida de este hombre, de este sacerdote y fundador no fue solamente excepcional. Fue una vida, en la que Dios ha sido principio, centro y meta. Fue una vida con un mensaje de Dios para este tiempo.

La niñez

José Kentenich nació el 16 de noviembre de 1885 en Gymnich, cerca de Colonia. Cuando tiene 8 años, su madre soltera debe dejarlo en un orfanato para su educación. En el día de su llegada a este lugar, su madre le confía a María Santísima su hijo: desde ahora Ella debe ser para él Madre y Educadora. Más tarde él mismo dirá que esta consagración fue decisiva para toda su vida.

Sacerdote y educador

Ya desde temprano él sabe que quiere ser sacerdote. Puede superar las dificultades y obstáculos en el camino hacia esta meta. Experimenta la conducción de Dios y la educación a través de su Madre, María. El 8 de julio de 1910 es ordenado sacerdote como miembro de la comunidad de los Palotinos en Limburgo. En 1912 la comunidad lo nombra director espiritual para los estudiantes en su nueva casa de estudios construida en Vallendar-Schoenstatt. Su talento pedagógico y su claro objetivo religioso ponen en marcha un proceso de crecimiento de los jóvenes:

Bajo la protección de María queremos aprender a educarnos a nosotros mismos para llegar a ser personalidades firmes, libres y sacerdotales.

J. Kentenich, 27-10-1912


La fundación

Guiado a través de diversos sucesos que él interpreta como señales de Dios, el Padre Kentenich propone a sus estudiantes aliarse con María. El esfuerzo diario por una vida auténticamente cristiana es una “invitación” a María a que se establezca en la pequeña capilla de San Miguel en Schoenstatt haciendo de este lugar un lugar de gracias. Lo que sucede en este 18 de octubre de 1914, es lo que hoy llamamos “Alianza de Amor”.

Más tarde el Padre Kentenich reconoció que este paso fue el riesgo más grande en su vida. Sólo la historia siguiente mostró que realmente el Espíritu de Dios estaba detrás de esta iniciativa.

Prisionero de los nazis

1920-1940: El Padre Kentenich es el Director de un movimiento eclesial que va creciendo. Su trabajo se propaga a otros países y continentes. Schoenstatt y su Fundador no permanecen ocultos a la vista de los nacionalsocialistas. A causa de su influencia religiosa en muchas personas, el Padre Kentenich será tomado prisionero en septiembre de 1941 y llevado al campo de concentración de Dachau en 1942. Él considera su regreso a Schoenstatt el 20 de mayo de 1945 como una victoria de la Madre de Dios. Ahora él se pone en camino para fortalecer y llevar adelante “su trabajo” (el de María) también en otros países.

El exilio

El Padre Kentenich interpreta la actualidad, los grandes cambios en la sociedad y en la Iglesia, y las corrientes espirituales que están detrás de ello. Mediante la organización y la educación en sus comunidades procura dar respuestas vivas para este tiempo y el venidero. Pero su pensamiento no será comprendido por las autoridades eclesiásticas antes del Concilio.

En 1951 recibe de Roma la orden de abandonar Schoenstatt. Su exilio en Milwaukee, Wisconsin / EEUU se extiende por 14 años. La dura prueba del Fundador y de la fundación termina recién el 22 de octubre de 1965. El Papa Pablo VI le otorga a Schoenstatt su bendición apostólica y el Padre Kentenich le promete que Schoenstatt ayudará a la Iglesia en el cumplimiento de su tarea posconciliar.

En la Nochebuena de 1965 el Padre Kentenich puede regresar a Schoenstatt.

Padre y Fundador

En los años siguientes el Padre Kentenich está a disposición de sus comunidades y de muchos particulares: a través de conversaciones personales, cartas, reuniones, conferencias. Su mensaje es el mismo, profundizado y sellado a través de las pruebas y experiencias de muchas décadas. La Alianza de Amor con María se ha profundizado en una Alianza de Amor con Dios Trino.

La experiencia del amor misericordioso de Dios Padre, le permitió a él mismo convertirse aún más en un padre para muchos.

“El Padre José Kentenich acogió … a María en la casa de su propia existencia, y por eso se convirtió en una figura paternal de significado ejemplar para toda la Iglesia.”

Cardenal Joachim Meisner

El regreso a la casa de Dios

El 15 de septiembre de 1968 llega a su fin la vida terrenal del Padre Kentenich. Después de celebrar la primera Santa Misa en la Iglesia de la Santísima Trinidad, recientemente construida en el monte Schoenstatt, muere en la sacristía. Allí también es sepultado. Entretanto este lugar se ha convertido en la meta de muchas personas en todo el mundo. Acuden a pedirle al Padre Kentenich que interceda ante Dios por sus intenciones. Le agradecen la ayuda experimentada. Se confían a él y lo eligen como padre y educador, pues su misión continúa desde la eternidad.

Su proceso de canonización comenzó en 1975 en la diócesis de Tréveris.

Oración en el año del P. Kentenich (15.9.2017 – 15.9.2018) por su canonización

Dios, nuestro Padre,

Tú nos regalaste en el Padre Kentenich un padre y profeta, testigo y mensajero del evangelio de tu Hijo para nuestro tiempo, encendido por el Espíritu Santo. ¡Danos de su fuego! ¡Danos de su espíritu de fundador!

Haz que su carisma esté tan vivo en nosotros, que podamos plasmar el futuro de la Iglesia y la sociedad. Su visión sea nuestra visión: que en la fuerza de la Alianza de Amor, surja un mundo nuevo, en el cual podamos gestar una cultura de alianza en todo lugar en que vivamos y actuemos.

Padre del cielo,
incorpora al Padre Kentenich entre los santos reconocidos por la Iglesia. Ábrele puertas a él y a su misión para que en todos lados pueda conducir muchas personas hacia Ti.

Te lo pedimos en comunión con María, nuestra Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt, por Cristo nuestro Señor.
Amén.

Más información, comunicación de oraciones escuchadas, donaciones:

www.pater-kentenich.org