“A caminar se aprende caminando, a amar, amando.” (P. J. Kentenich)

Un camino está constituido por muchos pasos. Desde la candidatura hasta la incorporación perpetua en el Instituto pasan casi nueve años.

El tiempo completo de la formación tiene lugar en pequeños grupos, que llamamos “cursos”. Estos cursos son una parte esencial de la existencia de nuestra comunidad.

¿Qué es un curso?

Las jóvenes que ingresan juntas al Instituto forman un curso. A través de la búsqueda de un ideal inspirado en María y de su realización gradual en la vida, el curso adquiere su identidad propia.

Las Hermanas de curso tienen los tiempos de introducción y formación en común y permanecen unidas mutuamente durante toda la vida, también si se encuentran a gran distancia unas de otras.

Las experiencias en común, los intercambios mutuos y un contacto vital en la comunidad de curso, confieren apoyo. La orientación en el ideal regala la fuerza y el impulso para sacar lo mejor de mí, también en las dificultades y cuando cuesta sacrificio. El ejemplo mutuo motiva y anima a comenzar nuevamente una y otra vez.

Candidatura

El primer paso en la comunidad es una candidatura, que dura al menos tres meses. En este tiempo las candidatas conocen mejor el camino de la vida consagrada a Dios, y así pueden examinar su decisión por este camino. En el programa se halla una profundización de la fe y una primera introducción en la espiritualidad de Schoenstatt.

Postulantado

El segundo paso es el postulantado de seis meses. Es un tiempo de mutuo conocimiento, de formación práctica y espiritual, un tiempo de crecimiento en la vida espiritual – en comunidad. En este tiempo las postulantes pueden examinar y afianzar una vez más su decisión.

Noviciado

El paso siguiente, el noviciado, comienza con la fiesta de la vestición. Las novicias reciben el vestido de Hermanas de María de Schoenstatt. El noviciado es un tiempo de introducción en el Instituto, dura dos años. Culmina con la primera admisión jurídica en el Instituto. Como signo de ello reciben el medallón con la imagen de la Santísima Virgen.

Después continúa la formación, ahora en la vida cotidiana de la comunidad. Los años siguientes son un tiempo de profundización en el espíritu de la comunidad y se trabaja en diversos campos laborales. Eventualmente se inicia un estudio o se lo profundiza.

Terciado

Entre la primera “incorporación” y la definitiva en el Instituto hay otros dos tiempos de formación de cinco meses cada uno. Son tiempos intensos de maduración espiritual y humana, en los que se vuelven a reunir las Hermanas del curso correspondiente.

Al cabo de este tiempo son aceptadas para siempre en la comunidad. El signo de esta pertenencia definitiva es un sencillo anillo de plata con una cruz.