01.10.2023

Un aniversario celebrado personalmente por mí

Hermana M. Linda Wegerer
Alemania

“Porque Tú me amas: ¡Sí!”

 

¡Este verano celebré un aniversario personal “tan silenciosamente”! Hace 30 años pude comenzar a trabajar para la Liga Apostólica Femenina de Schoenstatt[1]. Fue y sigue siendo una experiencia especial para mí trabajar en una comunidad cuyos miembros – sin formar parte de una comunidad más cercana – viven su vida como mujeres (profesionales o profesionistas) solteras desde la fuerza básica de la alianza de amor.

Siempre me impresiona de nuevo la profundidad de la devoción a Dios y la amplitud del compromiso apostólico que ellas han alcanzado. Y sé que recibo a cambio al menos tanta inspiración como la que yo misma puedo y quiero dar. Especialmente en lo que se refiere a los miembros de la Liga (LAF), que han elegido conscientemente y para siempre el estado de virginidad mediante la llamada “consagración de vida”.

Este año nos acompaña el lema anual:

“Porque Tú me amas: ¡Sí!”.

Queremos tomar conciencia una y otra vez del amor de Dios y darle a Dios nuestro sí. Y no “en la séptima nube”, sino en la vida diaria, a menudo sobria.

En un boletín informativo se indica:

“Nuestro diario vivir, la situación de nuestra vida, nos exige mucho cada día. Pero podemos estar alegres y felices con la plena convicción de que Dios está siempre amorosamente cerca de nosotros y de que somos importantes para Él.  De nosotros y de nuestras aportaciones al capital de gracias depende lo que será de Schoenstatt, de la Iglesia, y del mundo.

Nosotros los pequeños, nosotros los discretos, nosotros a quienes nadie ve y a quienes nadie escucha; desde el trono de nuestro corazón Dios gobierna el mundo. Él construye “sobre” nosotros y sobre nuestra fuerza de amor y sacrificio, sobre nuestra respuesta de amor… Demos cada día nuestra respuesta de amor con María y como María:

 Porque Tú me amas: “¡Sí!”

Y un miembro de la Liga se sintió inspirada por el lema del año para llevar su vida cotidiana a la oración de esta manera:

Porque Tú me amas,
quiero empezar el día con nuevos ánimos.
Sobre todo, cuando estoy adolorida y he dormido mal. ¡Sí!

Porque Tú me amas,
quiero saludar amistosamente a la enfermera de los servicios sociales que viene todos los días.
No es culpa suya si no me encuentro bien. ¡Sí!

Porque Tú me amas,
quiero aceptar la comida, que a veces me llega tibia, con amabilidad y sin quejarme.
Además, la camarera (el personal de servicio) sólo tiene dos piernas y no puede estar en todas partes al mismo tiempo. ¡Sí!

Porque Tú me amas,
no quiero llorar por mi auto que no funciona y quiero ir con buen ánimo a la fisioterapia; con mi “Ferrari” (rollator – andador, andadera).
¡A menudo no tengo suficiente aliento! ¡Sí!

 Porque Tú me amas,
quiero apagar la tele más a menudo…
y hablar con Jesús en su lugar. ¡Sí!

Porque Tú me quieres,
también quiero aceptar las llamadas no queridas, de forma amistosa. ¡Aunque me resulte difícil! ¡Sí!

 Porque Tú me amas, quiero unirme devotamente a la oración de la Santa Misa televisada.
No hay otra manera de celebrar la Santa Misa en este momento.
Tú sabes que esto es muy difícil para mí. ¡Sí!

Estas frases me han inspirado a mirar mi rutina diaria de una manera similar y descubrir las muchas señales del amor de Dios y su espera de mi ¡Sí!

Así que estoy sencillamente agradecida por el camino recorrido, en y con la comunidad de la Liga Apostólica Femenina (de Schoenstatt) durante estos 30 años y por lo que he recibido a través de esta.

 

[1] La Liga Apostólica Femenina (LAF), rama de mujeres profesionistas (o profesionales) solteras es parte integrante y activa del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.  Siguiendo el ejemplo de nuestro Fundador, el Padre José Kentenich, la LAF se caracteriza por un marcado amor al ideal de María como Tabernáculo Vivo, esforzándonos para conquistar más una relación viva con el Dios Eucarístico, y al mismo tiempo, un amor profundo y fiel a la Iglesia.