06.04.2021

Centro de Salud. Mutumba

Hna. M. Lisette Seitzer
Mutumba/Burundi

El Centro de Salud de la Estación de la Misión de Mutumba, con su hospital, su ambulatorio y su maternidad, es el primer, y a menudo el único lugar al que acuden los habitantes de la región, para recibir atención y asesoramiento médico.

El año pasado, 14.423 pacientes fueron atendidos aquí por las enfermeras en régimen ambulatorio y 2.253 por el médico en horas de consulta. Nuestro médico pudo examinar a 315 mujeres embarazadas mediante una ecografía. En el hospital atendimos a 1.504 enfermos. Se realizaron 2.850 exámenes prenatales y 664 postnatales. 611 madres dieron a luz en nuestro hospital. Se vacunó a 4.379 bebés y niños pequeños. Se han realizado 1.720 pruebas de detección del sida; 84 personas con el virus del sida están recibiendo tratamiento en nuestra clínica. 35 pacientes con tuberculosis recibieron la medicación necesaria. 151 niños con problemas de nutrición, recibieron alimentos terapéuticos, y 120 bebés recibieron nuestra leche infantil porque sus madres no tenían suficiente leche materna para amamantarlos o habían fallecido.

Subvención de los costes de los pacientes indigentes.

Podemos ofrecer gratuitamente servicios de obstetricia, exámenes prenatales y postnatales, exámenes de VIH y tratamiento de pacientes con SIDA. Sin embargo, siempre hay pacientes que no pueden pagar las facturas del hospital o el tratamiento ambulatorio. Por ejemplo, una madre que tuvo que hospitalizar a tres niños al mismo tiempo, ya que estaban enfermos de paludismo y, por ello, dos de ellos padecían también una grave anemia. Cuando le explicamos que tendríamos que llevar a los dos a otro hospital para que les hicieran transfusiones de sangre, se negó. No podía dejar al tercer niño aquí solo. Así que compramos medicamentos y fármacos para combatir la anemia y pagamos todos los gastos del hospital. Todos los niños fueron dados de alta con buena salud. Después, la niña de siete años seguía preguntando a su madre: “¿Cómo podemos dar las gracias a las hermanas?”. Finalmente, su hermana de nueve años respondió: “No tenemos nada que dar, pero podemos rezar por los benefactores”.