01.05.2020

Los ojos puros de la Santísima Virgen

Hna. M. Jana Rossa

Los ojos puros de la Virgen irradian un amor que penetra en nuestros corazones y brilla a través de ellos.

La relación personal con la Santísima Virgen ha guiado al Padre Kentenich desde su infancia. Así, el amor por ella era su fuerza vital inspiradora que se transmitía a los demás. El amor por María es una inmensa fuerza vital que nos sostiene. Yo experimento esto todos los días, mucha gente lo experimenta …

Un monje enamorado de María aconsejó a su amigo que se quedó en el mundo: Si realmente quieres enamorarte felizmente y estar seguro de no ser decepcionado, ¡enamórate de María!

¡Sí, ella es muy fiable!

Mayo es un mes que habla de amor a través de su frescura, a través de la naturaleza viva y su pleno florecimiento. Habla de María.

La tengo ante mis ojos: a LA MAS ENAMORADA que ha vivido en la tierra porque la ha amado el AMOR mismo, Dios que es amor.

Es la imagen más destacada de Dios, la flor más hermosa de la humanidad. A lo largo de la historia, ha recibido una y otra vez flores de personas que, como ella, se han enamorado de Dios, que obtienen de Él un nuevo amor cada día para sus vidas.

Quiero que todos descubran a María ­– que la descubran cada día de nuevo.

Muchos han descubierto a María en el santuario de Schoenstatt. Quienes se han enamorado de María vienen aquí en cuanto tienen tiempo, incluso diariamente para encontrarse con ELLA! Así como un matrimonio mayor: en un diálogo silencioso contemplan la imagen de María, sus ojos puros y adoran a su Hijo. Cada día buscan aquí el agua pura del amor para sus corazones. Y de su actitud, sus relaciones mutuas, sus miradas, se irradia un amor puro, fresco, como también frutos maduros y abundantes de amor. Al hacerlo, conservan el poder de la flor de primavera, una belleza mariana. Parten de allí, saludados por María, y en cierto modo se convierten en su saludo viviente.

María, ¡salúdanos! ¡salúdame!

Saluda al mundo a través nuestro, a través mío, para que cada rinconcito se ilumine con tu mirada y en nuestros corazones florezca un mayo eterno.