“Es valioso mirar la propia vida. Los errores que otros tienen, los tenemos también nosotros en germen. Tal vez podamos ocultarlos más fácilmente. Soy humano, y nada humano me es ajeno.
Si uno se conoce a sí mismo con sus propias debilidades y sabe lo que puede hacer para soportarlas, entonces es mucho más fácil para nosotros mostrar a los demás este camino.”
4. – 8.9.1950
IMPULSO
Jesús lo expresa con toda claridad: “¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo?” (Mt 7,3)
Evidentemente Él nos conoce muy bien y nos examina a fondo. Pero eso nos hace muy bien: que haya alguien que nos conoce a fondo.
Por eso, abramos nuestros ojos para la “viga” propia. Entonces seremos más misericordiosos y bondadosos con los demás.
¿Qué errores que me molestan de los demás no he superado aún en mí mismo?
¿Tengo la correcta “vista de la viga” que evalúa honestamente mis errores/debilidades y los de los otros?