26.06.2018

El mundo está ardiendo

Hna. M. Annjetta Hirscher

Rosario de luz
en la Liebfrauenhöhe

Presentarle a Dios nuestras intenciones

“El mundo está ardiendo – y yo también tengo muchas intenciones”, dice la señora B. cuando llega para el Rosario de luz. Muchos otros, más de sesenta orantes, que vienen a participar del Rosario de la luz en la Liebfrauenhöhe, sienten lo mismo. Incluso desde Munich vienen para pasar aquí esta tarde. Todos tienen la misma intención: llevar a Dios en comunidad sus problemas y preocupaciones como también la gratitud y la alegría.

Gracias, porque mucho cambió para bien

Ante cada “Ave Maria”, cada orante enciende una velita y le regala una rosa a María. “María Santísima, te pido que te encargues de la paz entre los pueblos y naciones – y de la paz en nuestros corazones.” – “Gracias porque en mi vida mucho cambió para bien.” – “Gracias, querida Virgen, porque siempre podemos recurrir a Ti y Tú velas por nosotros.” De esta manera y también con otras palabras se mencionan las intenciones. Mirando con confianza la imagen de María, muchos orantes presentan sus intenciones en silencio ante Dios. Así surge una atmósfera de oración muy intensa.

Las rosas hablan

Muy concientemente se llevan las rosas al santuario al final del Rosario de la luz. “Ahora las rosas me hablan”, dice la señora R. Las rosas le hablan a María de las intenciones de los muchos orantes. Y les hablan a los orantes en el santuario, de la confianza en María. Para las Hermanas de María, ambos ramos de rosas presentes mes tras mes en el santuario, son el recuerdo de las muchas intenciones por las cuales ellas rezan.

Ahora ya es el momento …

“Sabe, el café después, a la tarde, es tan importante como el Rosario”, dice el señor S., quien aporta alegría y entretenimiento siempre cuando están sentados a la mesa. “Hace tanto bien reunirse con esta gente. Es muy lindo que después nos reunamos en torno a la mesa y conversemos. En casa estoy sola”, dice una señora. Efectivamente, durante el café se dan muy lindas conversaciones. “No he rezado por mí sino por nuestros jóvenes”, dice una señora que está por primera vez en el Rosario de la luz. El matrimonio F. averigua los datos de la peregrinación para el día del Padre Kentenich. “Ahora ya hace seis años que participamos del Rosario de la luz, pero todavía no hemos estado en Schoenstatt. Ahora llegó el momento.” Completan el formulario para la peregrinación y reciben los últimos dos lugares en el bus que partirá de la Liebfrauenhöhe hacia Schoenstatt para el día del P. Kentenich.

No puedo reproducir con palabras lo contenta que estoy

“No puedo reproducir con palabras cómo me siento, lo contenta que estoy”, dice una señora de Thalheim, que fue invitada por una conocida a participar del Rosario de la luz y ha venido por primera vez. “Esto se lo voy a contar a mi hija para que también ella venga.”

Los rostros sonrientes al final de la tarde revelan que los participantes regresan a sus casas dichosos y con nueva alegría para vivir la vida cotidiana.