05.03.2018

Comienzo del año escolar en el colegio Mãe de Deus

Hna. M. Franciely de Oliveira, Brazil

Un clima de expectativa y alegría reina entre los alumnos del colegio “Mãe de Deus” de las Hermanas de María de Schoenstatt en Londrina/Paraná, Brasil.
El 5 de febrero, el primer día de clases, sorprende a los alumnos con salas de clase renovadas. En los ojos de los más de 600 alumnos se percibe cuánta expectativa tienen de conocer amigos y maestros nuevos. Como sucede habitualmente, el primer día escolar comienza con una oración.

A continuación se dan a conocer novedades. La directora del colegio, la Hna. Rosa Maria Ruthes, le da la bienvenida a los alumnos y padres. Menciona el año conmemorativo del Padre José Kentenich, un año que el colegio Mãe de Deus junto con el Movimiento Apostólico de Schoenstatt en todo el mundo dedica al fundador por los cincuenta años de su muerte. La pastoral escolar, unida a las clases de religión planea distintas actividades en relación a este año jubilar para toda la comunidad escolar, como ser piezas de teatro, pruebas de habilidades y paseos.

María está presente en las salas de clase

A continuación, los padres y los alumnos contemplan con alegría y satisfacción las aulas y espacios renovados del colegio. No solo les gusta la arquitectura sino también el hecho de que hay un cuadro de María en cada “santuario hogar” de cada sala de clases. Una alumna de la octava clase dice: “La presencia de María en la sala de clases es muy importante porque Ella nos ayuda a pedirnos disculpas cuando nos hemos peleado con nuestros compañeros de clase.”

Conocimiento y fe al servicio del prójimo

Como colegio confesional católico que se orienta en la pedagogía de Schoenstatt, el colegio Mãe de Deus une a la calidad de las clases la formación espiritual y humana, ofreciendo una educación integral que abarca todos los aspectos del ser humano. Mediante las actividades en la comunidad, las vivencias y acciones solidarias, los alumnos aprenden que la fe debe traducirse en obras concretas en la vida diaria y que los conocimientos adquiridos en el estudio se deben colocar al servicio del prójimo.

“Misa de la juventud heróica”

Un ejemplo de esto es que algunos alumnos en el tiempo de cuaresma quieren ser “promotores de la paz” practicando un propósito personal de autoeducación. Además ponen en práctica lo que llaman “Misa heróica de la juventud”: vienen más temprano al colegio para participar juntos de la celebración eucarística antes del comienzo de las horas de clase. Algunos padres los apoyan en este propósito acompañando a sus hijos en la celebración de la santa Misa. Así la pedagogía de Schoenstatt contribuye a formar el “hombre nuevo en la comunidad nueva”, como lo deseaba el Padre José Kentenich.

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