19.01.2019

Los “10 Minutos junto al Pesebre”: un éxito permanente

Hna. M. Janika Trieb

Hace dos años y medio que trabajo en la Central de Peregrinos en Schoenstatt, y uno de los eventos más lindos del año son los “10 Minutos junto al Pesebre”. En la región y más allá se ha ido dando a conocer en el correr de los años que este evento brinda una hermosa vivencia de Navidad a las familias. Nosotras las Hermanas trabajamos en ello junto con un amplio grupo de colaboradores.

También después de 21 años los “10 Minutos junto al Pesebre” siguen siendo un éxito permanente en el tiempo de Navidad. En este año participaron del evento unos 7800 visitantes durante catorce días del tiempo de Navidad, en la Iglesia de la Adoración en el Monte Schoenstatt. Se palpa una gran alegría y gratitud, las cuales se expresan en comentarios como los siguientes: “Esto fue otra vez muy lindo, ¡como cada año! ¡Gracias por todo el esfuerzo que hacen!”

A veces llegan niños ya una hora antes del inicio del evento, porque quieren ser los primeros. Muchas veces quieren tener el papel de María en el pesebre viviente . Poco antes de los “10 Minutos junto al Pesebre” a veces ya están preparados hasta 80 niños para actuar de María y José, de pastores, ángeles, estrellitas, ovejitas y reyes. En este año se resaltó especialmente el rol de los pastores. Dios quiso anunciarles por medio del ángel precisamente a los pobres y marginados de la sociedad: Tú eres importante para mí. ¡Quiero estar contigo!

“Me alegra mucho poder cantar a gusto los antiguos cantos de Navidad”, dice un señor mayor. En cada celebración se canta: “Suena campanita”, porque tanto a los niños como a los mayores les causa alegría hacer sonar las campanitas durante el canto. Y el último día, cuando había un solo niño para hacer de estrellita, se repartieron entonces las estrellas a los participantes y unas treinta personas: mamás y papás, abuelas y abuelos, imitaron los movimientos del niño con sus estrellas. “Es genial cómo incluyen aquí a los niños” dice una papá joven.

La participación de los niños,

– los cantos y los acompañamientos musicales tan hermosos,
– el pesebre precioso preparado con tanta dedicación,
– escribir en estrellas de papel los nombres y las intenciones de las personas que Dios nos ha encomendado,
– las “palabras de aliento para el año nuevo” del Padre Kentenich, en esquelitas colocadas sobre su tumba y que los participantes pueden llevar a sus casas
– la culminación de la tarde tomando té y comiendo galletas de Navidad en el edificio que antes era un establo –

Todo esto son los componentes que hacen tan atractivos los “10 Minutos junto al Pesebre”.